1. Inicio en el Ibón de las Truchas: La ruta comienza en el Ibón de las Truchas, un lugar que ya de por sí es un espectáculo natural. Este lago de montaña es el punto de partida perfecto, con su entorno tranquilo y las montañas reflejándose en sus aguas cristalinas. Desde aquí, el sendero comienza a ganar altura mientras te diriges hacia el primer pico de la jornada.

2. Ascenso al Pico Astu y Pico Astún: La primera etapa del recorrido te lleva al Pico Astu y luego al Pico Astún. Estos dos picos ofrecen unas vistas inigualables del valle y de los picos circundantes. La subida es constante pero manejable, con un terreno que alterna entre praderas alpinas y senderos rocosos. Desde la cima de estos picos, podrás ver el siguiente objetivo de la ruta: el imponente Pico de los Monjes.

3. Pico de los Monjes: El siguiente tramo del recorrido es el ascenso al Pico de los Monjes, el punto culminante de la ruta. Esta subida es un poco más exigente, pero las vistas desde la cima son más que suficientes para motivarte. Desde aquí, puedes disfrutar de una panorámica impresionante de 360 grados que abarca tanto el lado español como el francés de los Pirineos. Este es un lugar ideal para hacer una pausa y disfrutar del entorno antes de continuar.

4. Punta Escalar: Después de conquistar el Pico de los Monjes, la ruta sigue hacia la Punta Escalar. Este pico, aunque menos elevado que el anterior, ofrece unas vistas igualmente espectaculares y es el último gran desafío antes del descenso. Aquí, puedes contemplar todo el recorrido que has hecho y disfrutar de la serenidad del paisaje montañoso.

5. Descenso al Ibón de las Truchas: El descenso te lleva de regreso al Ibón de las Truchas, completando así el circuito. Este tramo es más suave, lo que te permitirá relajarte y disfrutar del entorno mientras desciendes. Al llegar al ibón, te encontrarás nuevamente en un lugar perfecto para descansar y reflexionar sobre la jornada.